Y el capricho de este mes es... tachan tachan...

Una bicicleta!!!

La verdad es que llevo bastante tiempo detrás de una, pero nunca ha habido ni tiempo ni dinero para poder llevar a cabo el caprichillo. Y este es el momento. Sólo queda engañar a alguien para que me lleve una mañana a Decathlon o a Caravanas Oiartzun en coche.

Por ahora, paso el tiempo imaginando cómo sería mi bici perfecta; negra (elegante a la vez que informal), modelo de paseo pero no en plan verano azul, con el manillar en forma de U invertida, y con cambios para poder subir la gran cuesta que separa mi casa de la civilización ñoñostiarra. Me imagino también el primer trayecto (que ya  tengo trazado), chupando bidegorris (ese Odón!!) hasta el Peine del Viento, el libro que voy a llevar y la música que me acompañará hasta mi meta. Sólo me falta ponerle nombre. Habrá que ir haciendo una lista...